En un contexto de creciente tensión geopolítica, el secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, emitió fuertes declaraciones desde Georgetown, Guyana, advirtiendo a Venezuela sobre posibles acciones militares en la región del Esequibo. Rubio afirmó que cualquier ataque por parte del gobierno venezolano sería "un gran error" y que las consecuencias serían severas. Durante una rueda de prensa junto al presidente guyanés, Irfaan Ali, Rubio subrayó el compromiso de Estados Unidos con la seguridad de Guyana y la protección de los intereses de la petrolera ExxonMobil, que opera en la región en disputa.
Las declaraciones de Rubio han generado una respuesta contundente por parte de las autoridades venezolanas. El canciller Yván Gil calificó las palabras del funcionario estadounidense como "intimidaciones y chantajes" y reiteró que Venezuela no cederá en su reclamo histórico sobre el Esequibo.
Yvan Gil: No permitiremos que intereses foráneos intenten reescribir la realidad sobre nuestro territorio.
Gil destacó que la recuperación del Esequibo se llevará a cabo dentro del marco del Acuerdo de Ginebra de 1966.
Por su parte, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, expresó que las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas están preparadas para defender la soberanía del país.
Frente a estas afirmaciones neofascistas, la institución armada no tolera ni tolerará amenazas de ningún funcionario o gobierno extranjero. En consecuencia, responderemos con firmeza y determinación a cualquier provocación o acción que atente contra la integridad territorial y los sagrados intereses del país.
La disputa por el Esequibo, una región rica en recursos naturales, ha sido un tema de conflicto histórico entre Venezuela y Guyana. Las recientes declaraciones de Rubio y las reacciones de las autoridades venezolanas reflejan la complejidad y la sensibilidad de esta controversia, que sigue siendo un punto crítico en las relaciones internacionales de la región.
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